La diversidad del alumnado es una realidad en cualquier centro educativo de España, por lo que debe ser asumida por todo el profesorado con criterios de normalización, profesionalidad, atención personalizada e inclusión escolar. Los centros educativos disponen de sus propios planes de Atención a la Diversidad, en ellos se recogen las medidas organizativas más comunes y, otras extraordinarias para dar respuesta inmediata a las necesidades educativas que se demanden.

Entre estos planes de atención a la diversidad se hace especial hincapié en las necesidades educativas especiales (NEE o nee) de los alumnos/as. Estas NEE se dirigen a alumnos que requieran determinados apoyos y atenciones educativas específicas, derivadas de discapacidades físicas o psíquicas y/o trastornos graves de conducta, durante su escolarización.

Como refuerzo a estos planes y para que estén perfectamente adaptados a la realidad escolar se elaboran proyectos de inclusión en los que se reconoce la legitimidad de todo el alumnado del centro escolar a formar parte de la comunidad educativa. En estos proyectos de integración se asume la diversidad como un valor que enriquece el contexto educativo y de ello se nutre el proyecto.

Por otro lado, la orientación escolar, muy integrada y desarrollada en la mayoría de los centros escolares españoles, se dirige a facilitar al alumnado la resolución de problemas o dificultades puntuales que le pueden surgir durante su vida académica.

La diversidad social es una realidad y la educación es la base para el aprendizaje del respeto hacia lo diferente, educar en la diversidad es creer y amar al ser humano pues todos tenemos la misma dignidad y, por supuesto, los mismos derechos.